Cómo tomar semillas de chía. Recetas
Las semillas de chía son muy fáciles de incorporar en la dieta. Su sabor es bastante suave, por lo que se pueden añadir a casi cualquier plato.
Se pueden comer crudas, empapadas en líquido, en purés, en papillas, en productos horneados. También se pueden espolvorear por encima de los yogures, verduras o platos de arroz.
Tiene la capacidad de absorber agua y grasa, y esto lo hace ideal para espesar salsas e incluso para utilizarlos como sustitutos del huevo en las recetas. También se pueden mezclar con agua y convertirlo en un gel.
Para su consumo, no tienen que ser molidos como las semillas de lino, se pueden comer enteros, lo que los hace mucho más fácil de preparar e incorporar en cualquier plato.
Pero la mejor forma (y la más segura) de tomar las semillas de chía es en remojo en agua. Después de que se empapan de agua, las semillas desarrollan una capa gelatinosa que le ayuda a moverse rápidamente a través del tracto digestivo.
Lo que está claro es que al añadir semillas de chía a las recetas, aumentará drásticamente su valor nutricional.
Una recomendación de ingesta habitual es unos 20 gramos (alrededor de 1 cucharada y media) de semillas de chía, dos veces al día.
Cómo comerlo
Puedes hacer fácilmente un pudín de chía, una de las formas más populares de comer estas semillas, mezclando un cuarto de taza de semillas en una taza de cualquier líquido (la leche de almendras y el zumo de frutas son las opciones más populares).
Una vez que las semillas se han gelificado y ya no haya líquido, el pudín está listo para comer. Esto puede llevar tan sólo 15 minutos, y se puede conservar bien en el frigorífico durante varios días.
Como las semillas de chía no tienen apenas sabor, no dudes en añadir especias, fruta picada, nueces y otros ingredientes que le aporten sabor.
Las semillas de chía secas también se pueden añadir enteras o molidas a los batidos y zumos naturales, mezcladas con yogur o avena, o espolvoreado por encima de una ensalada.
Otra idea es hacer unos muffins de arándanos y chía: Se puede conseguir mejorar la composición nutricional de los muffins de arándanos añadiendo unas semillas de chía a la masa. Ni siquiera notarás que se lo has añadido.
Prueba a hacer un batido de bayas super antioxidante: Si no te hace mucha gracia su textura crujiente y la encuentras un poco desagradable, prueba a incorporarlo en este refrescante batido para desayunar. Tiene un alto contenido de vitamina C y cuenta con más de 10 gramos de fibra. Seguro que esta mezcla se convertirá en tu nueva receta favorita.
¿Y que tal rociada sobre el yogur? Si quieres aportar de manera rápida y rica omega 3 a tu merienda, nada como espolvorear una cucharadita de semillas de chía para mezclarlas en tu yogur, o hacer una deliciosa combinación de los dos.
Y si te apetece más algo salado, prueba la receta de ensalada de arroz y chía que dejamos a continuación:
Ingredientes:
- 3 tazas de arroz integral cocido según las instrucciones del paquete
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 2 cucharadas de jugo de limón
- 3 dientes de ajo, pelados y picados
- 1/2 cucharadita de sal
- 1/2 cucharadita de romero
- 1/2 cucharadita de orégano
- 1/8 cucharadita de pimienta de cayena
- 1/2 taza de semillas de chía
- 1 calabacín en rodajas finas
- 1 tomate picado
Elaboración:
Coloca el arroz en un cuenco grande. Mezcla el aceite, las semillas de chía, el jugo de limón, el ajo picado, la sal, y las hierbas aromáticas en un recipiente y revuélvelo bien. Viértelo sobre el arroz y mézclalo suavemente. Tápalo y deja que enfríe. Incorpora las verduras picadas, remueve otra vez sírvelo.
Y aunque estas son sólo algunas de las formas más comunes de comer chía, su suave sabor y su pequeño tamaño, hacen que sea muy fácil de incorporar en casi cualquier cosa, ¡así que experimenta!